La política se ha convertido en un negocio y lo aceptamos como tal. Olvidamos que los políticos deben trabajar como gestores de nuestro país, es decir, trabajar para todas las personas que viven o están en nuestro país. Y por ello y para ello les pagamos. Además tienen que rendir cuentas y administrar peticiones, también es parte de su trabajo como gestores. Cuando escucho cómo se le quita importancia a las estafas a las que nos están sometiendo muchos políticos me da la impresión de que no son ellos los únicos que olvidan cuál es su función y quién es el jefe (ejem, somos nosotros).
Como decía, la política se ha convertido en un negocio y lo aceptamos como tal. Con la salvedad de que los trabajadores, personas empleadas, no están acostumbradas a evaluar el trabajo del personal a su cargo, porque no tienen. Por otro lado, los grandes empresarios ven a los políticos como aliados de sus propios bolsillos. Con estas poco objetivas perspectivas debemos convivir y llegar a acuerdos sobre cómo debe funcionar la estructura del gobierno de un país. Y la estructura empresarial de pirámide invertida que debería tener la política no se sostiene.
Todos sabemos lo que es la democracia, o creemos saberlo a pesar de desconfiar de los políticos, de permitir que no cumplan sus programas electorales, de votar a un partido únicamente para que no gane el partido opuesto… ¿es realmente esto la democracia? #WHYDEMOCRACY lo explica de forma gráfica y amena en dos vídeos que te harán entender perfectamente lo que sientes cada vez que tienes que ir a votar en unas elecciones. Eso sí, el sentimiento de ¿y ahora qué hacemos? se agudizará quizás aun más.
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